TAI CHI CHUAN

Son muchas las cosas bellas que podemos contemplar y admirar durante un viaje a China, pero ninguna causa tanta impresión ni tan vivo reflejo de sus gentes y cultura, como el hecho de poder presenciar desde horas muy tempranas esos parques, jardines y riberas repletos de hombres y mujeres, jóvenes y ancianos realizando sus ejercicios matutinos preocupados por su salud y bienestar, contemplar cómo un pueblo saluda el nuevo día y se prepara para recibirlo poniendo a tono su cuerpo y su mente a través de una gimnasia milenaria: el Tai-Chi Chuan. Un espectáculo verdaderamente asombroso, maravilloso y profundo.

• De todos los tesoros que pueda poseer el hombre son los de paz y salud los más valiosos. El incesante cambio entre Yin y Yang proporciona al practicante de Tai-Chi Chuan, Paz y Salud.
• El Tai-Chi a través del movimiento genera Yang. Cuando su actividad alcanza un límite, hay tranquilidad. A través de la tranquilidad "El gran último" genera Yin. Cuando la tranquilidad alcanza su límite, la actividad empieza otra vez.
• Así, movimiento y tranquilidad se alternan y cada uno es el origen del otro dando nacimiento a la distinción de Yin y Yang y las dos formas son establecidas.